Nombre: Manuela Ortega
Edad: 13 años


“Este campamento de hijos de pastores que hizo la Fundación Nueva Generación  aprendí el verdadero plan que  Dios tiene para mi vida y que el ser una hija de pastores aunque a veces lo vi como algo malo como una maldición, pero verdaderamente es un bendición de parte de Dios y un privilegio que a veces siendo tan imperfecta creyéndome tan poco inmerecedora (que no merecía)  de su amor, él me sigue amando y cada vez que quiero y lo necesito puedo acercarme a su trono y adorarle y expresarle todo lo que siento, aunque él ya lo sabe pero siempre está ahí para escucharme y cuando quiera puedo subir al monte y abrir mi corazón.
Me gustó mucho la comida toda muy deliciosa, me encanto el bufete, lo que a veces no me gusto  fue la ensalada de todas las comidas”.